Can’t Forget
Cómo extraño el calor de su ser, cómo extraño sus curvas, ¡el magnetismo de su piel!. Extraño la manera en que todo ello me pertenecía. Ya pasaron 5 meses y lo recuerdo como si esa figura fuera mía, lo recuerdo como si fuera ayer.
 Me siento una idiota llorando, como si algo fuera a cambiar; pero nada va a suceder. Tal vez son sólo las horas de la mañana que me hacen enloquecer.
 Hoy tengo la posibilidad de adueñarme de otro cuerpo gay. Debería de aceptar y así sacarlo de mis pensamientos, a él. Pero sé que sería inútil tratar de escapar de mi propio inconsciente, por más que quiera no lo voy a poder olvidar; porque desde ésta experiencia puedo afirmar que 
 no, no se olvida el cielo si algún día estuviste ahí. 
 
 Y él fue mi cielo y lo más hermoso que en mucho tiempo viví… ~
  
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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