miércoles, noviembre 23

Again

La sensación con la que hoy desperté, hacía rato no la tenía. Mi libido estaba por las alturas y yo que apenas abría un ojo. Juré tantas veces no volver a pensar en ello, me había calmado al respecto. Pero no lo pude evitar. Como una droga empecé a recordar la silueta de su cuerpo en ese mediodía y cómo me había propuesto lo que quería. Hacerla mía. Empecé a recordar el beso en su espina, de arriba a abajo su cuerpo me había dejado sin salida, sin opción, me robó la razón. Recordé las risas y la manera que en mí crecía la tentación, el roce de la piel, el grito de mi corazón. De arriba a abajo en un laberinto sin final, mis labios sentían el calor de su piel y mis oídos escuchaban un “no”. Estaba cegada por el sol, quería ir más allá, el estímulo estaba por toda la habitación. Lo que nunca pensé era que realmente fuera a suceder, las risas eran inocentes, con el otro mucho no teníamos que ver. Las risas camuflaban la situación, chistes en vano y un poco más ya nos habíamos acercado. Estaba a punto, él me estaba sintiendo, su cuerpo estaba respondiendo y eso lo asustó. Nunca había sentido nada intensamente así por una mujer, era demasiada la sensación. Trató de escapar y por momento lo consiguió, llamó a su mascota que lo relajó. Yo estaba en llamas, no lo podía disimular, y sin titubear lo arrojé al fuego de la pasión, volví a tocarlo y a encender su corazón. Bombeaba sangre por demás, su cuerpo esta vez no resistió, sintió todos los estímulos y a ellos respondió. Su curiosidad le ganó, era su primera vez, estaba acostado con una mujer, y esa mujer era yo. A mis encantos lo sometí y ya no quiso resistir. En la cama estábamos los dos, mirándonos, su cuerpo estaba servido y listo para deleitar, y yo, empecé a bajar. Tan entregado estaba, cada centímetro me hacía suspirar, cómo explicar la sensación? Perdí mi cabeza, la dejé en el balcón. En mis oídos volvió a sonar un “no”. Demasiado estaba viviendo, se cruzaban sus pensamientos y emoción, quería pero no se animaba, asique le di otro envión. Mi boca tapó sus dudas, generando una conexión. Salteé la parte más deseada, creo que ni yo estaba bien preparada. Me dirigí a sus piernas, cosa que me encantaba, las sentía suaves y él lo disfrutaba. Tan cerca de su tesoro, no pude evitar mimarlo, y mi boca coloqué por arriba de su bóxer blanco. Volvió a resonar un “no”, pero otra vez callé su voz. Había comenzado la función.

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Es increíble lo que toda esa experiencia inspira. Son horas de mi vida que nunca voy a olvidar, pero a la vez son peligrosas de recordar. Hoy no me puse límites y me largué a escribir. Ésto es lo que salió:

Te quiero ver

Te quiero tener

Mío otra vez

Sin palabras again

Con miradas, tal vez

 

En lujuria sublime

Tu cuerpo otra vez

Te quiero besar

Hasta el amanecer

 

Hacer un eclipse

De fuego y pasión

Robarte la piel,

Hacerla mía otra vez

 

En el crepúsculo quiero

Beber de tu miel

Erizarte el alma

Y terminar en tu ser…

Rendida a tus pies

 

Y en la luna nueva

Hacer que acabes también,

Besar tus labios again

Besar el cielo otra vez.

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